Tone Pavček1 Večerna glasba Vstopil sem v prostor večerne glasbe. Mrak pada k nogam kakor zvesta žival in gode. Nevidni glasbenik igra čelo. Na roke padajo sence, glasne od lastne ubranosti; le obraz je še v soncu, svetal kakor akord na visoki struni psalmista. Glasba se dviga k luči kot čelo godca, visoko in čisto. Sonce zahaja. Molitev prihaja kakor zahvala sama od sebe: iz zemlje, iz zraka, iz vode, iz ust človeka in rož, iz nozdrvi živali. Stojim v tem blestečem navalu svetlobe kot deček v žitu - v zlati katedrali -in jecljam proti nebu potihoma: Hvala. 1 Tone Pavček, Zvest Apollonio, 2001: Razsviti. Ljubljana: Edina. 59, 62; 75, 78; 99, 102. Música vespertina He entrado al espacio de la música vespertina. Como una bestia fiel cae a las pieranas la oscuridad y resuena. Un músico invisible toca el violoncelo. Sobre las manos caen las sombras, sonoras de su propia armonía; sólo el rostro está todavía al sol, luminoso como un acorde en las notas altas del salmista. La música se eleva hacia la luz como la frente del músico, alta y limpia. El sol se ponte. La plenaria llega como agradecimiento por sí misma: de la tierra, del aire, del agua, de la boca del hombre y de la flor, de las fauces de la bestia. Estoy de pie en este brillante ímpetu de la luz como un adolescente en el trigal -en la dorada catedral- y balbuceo callado hacia el cielo: Gracias. Traducción: Juan Octavio Prenz Korak v nebo Zemlja, ki jo koplješ, trta, ki jo vežeš, robida, ki jo trebiš, ostanejo žive; samo ti greš od enega kraja na drugi kraj njive, tja do že suhega oreha, v nebo pogledaš in vidiš rajnke. A hkrati že tudi veš: Sreča je, da se vse neha. Sreča je, da pridejo pote in te obstopijo od vsepovsod, da ni več nikamor nobenih potov in je natrdno sklenjen krog. V tem krogu se za roke držimo, a roke so mrzle in potne, se gledamo in tiho razumemo, da stojimo zadnjič ob zadnjem robu, preden gremo skozi sinjine srebrne in naselimo nebo. Un paso hacia el cielo La tierra que remueves, la vid que atas, las moras que limpias, restan vivas; sólo tú vas de una parte a la otra de la campiña hasta el nogal ya seco, miras el cielo y ves a los difuntos. Pero, al mismo tiempo, lo sabes: la fortuna es que todo pasa. Fortuna es que vengan por ti y por doquier te circunden, de modo que no haya ya caminos y el círculo se cierre férreamente. En este círculo nos tenemos por las manos, y las manos están frías y sudadas, nos miramos y callados comprendemos que por última vez estamos sobre el último borde antes de atravesar el plateado azul y desaparecer en el cielo. Y en la tierra quedan la tierra, la vid y las espinas. Traducción: Juan Octavio Prenz Hvalnica življenja Samo to in nič drugega. Samo to izgubljanje dni in krvi, samo to odhajanje, samo to tavanje iz noči v noč, iz snovi v snov. Samo to in nič drugega. Samo to hitenje od semen do plodov, samo to drsenje časa skoz prste, samo to poslavljanje, samo to padanje v krste. Samo to, samo to, samo to življenje. Kamen in cvet, cvet in kamen, bežen trenutek, ujet, v večno obstajanje kot nehoteno proslavljanje živega. Samo to in nič drugega. Elogio del vivir Sólo esto y nada más. Sólo este continuo perder los días y la sangre, sólo esta postergación, sólo este vagabundear de noche en noche de materia en materia. Sólo esto y nada más. Sólo esta prisa desde las semillas hasta los frutos, sólo este deslizarse de las horas entre los dedos, sólo esta despedida sólo esta caída hacia la madera última. Sólo ésta, sólo ésta, sólo ésta vida. La piedra y la flor, la flor y la piedra, el instante fugaz, atrapado en la eterna existencia como involuntaria celebración de todo lo vivo. Sólo esto y nada más. Traducción: Juan Octavio Prenz